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Madrid quiere ser olímpica, bueno Madrid no sé si todo, pero sí sus representantes políticos. Sólo en la candidatura vamos a invertir en torno a 20 millones de Euros.
Nuestros representantes están preocupados, esto de traerse unas Olimpiadas pues tiene su mérito pues te piden un porrón de cosas, que si no sé cuantas dotaciones deportivas, hoteleras... Y les preocupa sobre todo la ausencia de una “imagen de marca”, el perfil definido de una ciudad con una identidad difusa, cambiante, irreconocible.
Decía Julio Camba que uno podía despertarse por primera vez en Londres sin saber donde estaba y tardaba dos pestañeos en saber que era Londres. Y es cierto: Madrid es una ciudad descafeinada... ¿Y nuestros representantes se preguntan por qué? No ha habido alcalde que no cambiara las farolas, los bancos (de sentarse), cualquier cosa puede demolerse para construir cualquier cosa... ¡Y cada vez más! ¡Qué decir de esas losetas de granito a cascoporro que han sepultado cada plaza de Madrid que conservara algún grado de singularidad: Santa Bárbara, Callao, Cabestreros... si hasta vinieron los sepultureros a la Plaza de la Paja, menos mal que unos cuantos vecinos rápidos de reflejos nos plantamos en la plaza para evitar el descalabro.
¡Y todo! ¡Y desde siempre! Quitaron los taxis negros de Madrid porque decían que daban mucho calor, se llevaron el Ayuntamiento a Correos porque el edificio era más grandioso, han hecho un museo posmoderno delante del Palacio Real y un cubo de no sé qué delante del Prado...
Mis hijos van al Colegio San Ildefonso, el de los niños de la Lotería. Es el centro educativo más antiguo de Madrid, una de las instituciones más antiguas de España, con una relevancia social internacional... Un colegio que desde el siglo XVIII se ubica en un edificio en pleno Madrid de los Austrias. Un edificio del siglo XV que fue renovado en 1988 acometiendo obras que afectaban a la estructura del edificio. Obras que costaron un dineral. Y encima un Colegio que funciona como institución educativa pública de calidad. ¿Basta todo esto para ser protegido por las autoridades?
Pues al contrario, arrastra un historial considerable de intentos de cierre por parte del Ayuntamiento. Da igual el signo político... en los años 80 ya se intentó cerrarlo, de nuevo en 2002 y este año bastó un solo informe -llevado a cabo por la misma empresa que haría las obras- para que con el auspicio ¡de la Dirección de Patrimonio Municipal! se intentara desalojarlo. Y como siempre a la chita callando... para que los niños llegaran en Septiembre con el colegio cerrado y un autobús listo para llevarlos al Barrio del Pilar.
Una filtración bienhechora nos dejó el pasado 18 de Mayo a los padres patidifusos ante la noticia, sobre todo porque pedimos informes técnicos a arquitectos expertos en patrimonio que aseguraron que si bien pueden ser necesarias ciertas obras en cubiertas, fachadas y en una preciosa galería, éstas son perfectamente compatibles con su ejecución por fases y, desde luego, con la permanencia de los niños en el Centro.
Entonces ¿por qué querían que nos fuéramos? ¿Por qué afrontar todos esos gastos, desplazamientos, transtornos? ¿Quién en La Latina iba a matricular a sus hijos en el barrio... del Pilar? ¿Quién quería declarar esta institución a extinguir?
¿Y por qué?
¿Por qué esa intención de todas las instituciones madrileñas de desprenderse de edificios históricos, elementos singulares, signos de identidad? Cada més tiene su funeral, hoy cae la Casa de la Panadería, ayer el Tio Pepe de la Puerta del Sol. Mañana el Colegio San Ildefonso.
Y digo mañana porque una extraordinaria reacción de unos padres -entre los que ha sido un orgullo estar-, ha impedido que la piqueta sea hoy... parando la marcha ciega de la irreversible demolición cultural. Ha sacado el tema a la luz, ha buscado técnicos que de forma altruista han trabajado para decir simplemente la verdad, ha conseguido la implicación de la prensa y ha contactado con algunos políticos sensatos que también los hay.
Pero sobre todo ¿Por qué? ¿Por qué los padres tienen que defender lo que debieran defender sus representantes? ¿Por qué los padres se tienen que defender de sus representantes? De esos tan representantes de Madrid... en las candidaturas olímpicas.
¿Sería imaginable algo así en Inglaterra o en Francia? ¿Estamos en un país que a costa de desgracias históricas solo mira hacia delante sin importarle qué deja en el camino? ¿Donde el espectáculo inaugural opaca el cuidado y el matenimiento de lo heredado? Ya que hablan de dinero todo el rato ¿Cuánto vale la imagen de una ciudad?
Yo les quiero enseñar a mis hijos que la diversidad, el respeto a los demás, la convivencia, sólo se pueden defender desde la cultura, la identidad y la historia (que en España por desgracia tiene muchos ejemplos a evitar).
Y también a pelear con alegría y respeto por lo suyo, por el derecho y el sentido común. A trabar la sociedad frente a funcionarios iluminados o ambiciosos, para que se mueva despacio, contando con todos los implicados, con sensatez y en beneficio de la colectividad.
Como ahora hemos hecho todos aquellos que formamos parte de la comunidad del San Ildefonso... Porque en esta pelea siempre tendrán más que ganar, su propio respeto, su felicidad y el reconocimiento del amigo. Y sobre todo la satisfación de verte en la mirada, en la sonrisa del otro...
Pongo pues mi puntito madrileño con este postre madriñelísimo, el Bartolillo. Y es algo más que una escusa. Confieso que cada vez que lo he visto en un escaparate pastelero no he podido resistirme a la tentación, hoy, sumida en este ardor próximo al triunfo, me escapo a la cocina y por fin le echo un ratillo a este pasatiempo... que abandoné el 18 de mayo.
Ingredientes
1 masa de hojaldre, 2 yemas de huevo, 4 cucharadas de azúcar, 5 cucharadas de maicena, ralladura de limón, medio litro de leche y azúcar glassé.
Procedimiento
Precalentar el horno a 210 grados
Estirar la masa de hojaldre, no mucho, con un rodillo.
Hacer la crema pastelera, en un bol echar las 2 yemas de huevo, el azúcar, la maicena y la leche, batir. Poner al fuego la mezcla y sin parar de mover esperar a que tenga la consistencia de una crema, retirar del fuego.
Partir la masa de hojaldre en 4 rectángulos, rellenar con la crema pastelera, cerrar.
Meter al horno durante 15 minutos.
Esperar a que se enfríen y espolvorear generosamente con el azúcar glassé.
Y saborear una victoria de todos. Una dulce victoria para el San Ildefonso.
25/06/2012 10:28:51
Que quede constancia por escrito. !Gloria, eres mi ídolo! Gracias por toda tu dedicación, profesionalidad y buen humor! Ah, y gracias por la receta de los bartolillos, para mí son una delicia, un día me pongo manos a la obra y pruebo tu receta. Un fuerte abrazo, Toñi
Toñi
23/06/2012 11:48:41
Me fascina como mezclas, cocinas y saboreas los ingredientes alimenticios, pero sobre todo me encanta tu capacidad para mezclar, cocinar, saborear y disfrutar los ingredientes vitales que tengo la suerte de compartir contigo. Grace mile
Cirpri
22/06/2012 12:46:23
Fíjate con tantos años que llevo en Madriz y sigo sin conocer los Bartolillos... hmm! Bueno, como en esta lucha nos hemos conocido un poquito ya iremos intercambiando recetas. También me gusta cocinar! Enhorabuena por el blog. Eso sí, lamento decirlo pero los juzgados me gustan bastante menos... Un beso, JAN
Jan
21/06/2012 11:10:27
Hola Gloria, me ha encantado tu blog, la verdad es que para mi eres un gran descubrimiento y no puedo estar más de acuerdo contigo. Me da una rabia horrible que en Madrid y en general, salvo pocas excepciones, no se valore nada de lo que tenemos y que no sólo se ve en las cosas grandes sino a veces son sólo detalles. Por ejemplo desde que yo vivo en la calle Calatrava, al lado de La Fuentecilla, he visto que la calle Toledo, ya de por si ruidosa y fea sustituía preciosos comercios de más de un siglo como Mercería Hijas de Severiano Gonzalez (preciosa, con mostradores de madera y llena de cajocitos con bototes y corchetes), en menos de un día, por una horrorosa zapatería china igual a otra a cien metros o una antigua Tahona por una tienda de cartuchos de tinta o una juguetería, etc, etc, En fin, eso es a mi entender, arrancar de cuajo el alma a los lugares. Un beso muy fuerte y espero que gracias a gente como tu el alma del San Ildefonso no tenga que vagar en las noches de luna llena buscando un lugar en el que reposar. Isabel Gallego (madre de Olga, 3º de primaria e Inés que ya tiene la matrícula hecha en el próximo 3º de Infantil).
Isabel Gallego
21/06/2012 8:25:21
Flipo contigo Gloria. Después del curro, la lucha diaria para defender el Colegio y dos hijos, ¿te queda tiempo para cocinar? ¡Eres una máquina! Un beso muy fuerte y espero que entre hoy y mañana sepamos algo de lo del Colegio.
Andrea
21/06/2012 7:39:09
Tres estrellas Michelin para estos cocineros.
Emilia
20/06/2012 22:44:07
Me encanta esta mezcla agridulce de realidad y repostería ;-). Felicidades.
Isa
20/06/2012 21:53:30
Enhorabuena Gloria. Esas madres habéis estado inmensas... ¡No saben con quien se meten! Lastima que como dices, haya tantas cosas -en España pero también en toda Europa- que no pueden salvarse. Y como dice el poeta, las cosas del pasado no pueden construirse... Un abrazo...
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